Desde 2022 se viene cantando en Argentina una canción dedicada a Francia por ganarles el mundial de Qatar. La canción se burla de los franceses por ser todos africanos pero franceses solo de pasaporte, y con la victoria de Argentina en la Copa América 2024, está se ha vuelto viral de nuevo.

El problema es que ahora las quejas oficiales e informales desde Francia, tanto desde federación como de jugadores, inclusive el equipo en que juega Enzo Fernández, protagonista de un video en vivo en donde se canta la tal canción, llegaron a otro nivel.

Fanáticos pro Argentina fueron prestos para desestimar las acusaciones de racismo ante Enzo (que no fue el único que la ha cantado) con que el racismos en Argentina es distinto o hasta inexistente, y que si hubiera sería mucho menor al de Francia que todavía domina de manera (neo)colonial a varios países africanos.

Pero el problema de ese debate de nivel macro es que no toca en la empatía, en lo personal. Cada jugador francés de origen árabe o africano no llego a su puesto por privilegios, y no son ellos los que colonizaron África, sino Francia misma. Una canción que se quiere burlar del extractivismo colonial y racismo francés pero de quien se termina burlando es de los jugadores, no del sistema francés.

Fanáticos intentan racionalizar esto con que es sólo una canción de mal gusto, con que la sociedad en Francia es racista, o que Mbappe es millonario y puede aguantar un poquito de trolling fallan en ver el problema más que un tema de mal gusto. Lo voy a explicar mejor con el ejemplo de Nico Williams, español.

La vida de Nico Wi­lliams y la de su hermano mayor, Iñaki, está atravesada por un viaje que sus padres emprendieron hace ahora 30 años. Una travesía desgarradora entre Ghana, en el golfo de Guinea, y Melilla, para aterrizar en Bilbao. Allí, primero en la capital vizcaína y después en Navarra, la solidaridad de un grupo de personas comprometidas les permitió iniciar una nueva vida, no sin extremas dificultades. Después, las cualidades de Iñaki para el fútbol, primero, y las del propio Nico, después, volvieron a cambiar su historia. Un viaje, algunos hombres y mujeres buenos y un don para el fútbol.

Nico mismo recibe ataques racistas en España misma, a pesar de ser nacido ahí mismo. La canción argentina lo incluiría por ser negro y tener pasaporte español.

Cada jugador de futbol de origen africano tiene una historia similar en su vida. Sea por su mamá, sus abuelos, sus orígenes en una colonia francesa en África, en un barrio en las afueras de Paris, o llegado en una patera cruzando el Mediterráneo. Enzo y los argentinos se deben disculpar con los futbolistas, no con «la Francia» como concepto abstracto.

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